Las secuelas mentales de dar chirlos a los niños

Las secuelas mentales de dar chirlos a los niños

Frecuentemente los padres me preguntan si darle una tunda a sus hijos realmente es tan malo. Después de todo, a ellos se las dieron de niños y no les pasó gran cosa. Además, dicen, es la única forma de lograr que sus hijos les hagan caso.

Mucho se ha investigado sobre los efectos que puede tener sobre el bienestar mental de una persona el sufrir severo abuso físico en la niñez. Pero un estudio publicado en la edición de julio del diario Pediatrics explora la posible conexión entre los trastornos mentales y los castigos físicos severos en ausencia del abuso. Los hallazgos podrían persuadir a los padres de omitir totalmente las nalgadas.

Investigadores en Canadá encontraron que el castigo físico (como dar una bofetada, golpear, empujar o arrastrar), incluso sin negligencia, rechazo o abuso físico, sexual o emocional, está relacionado con trastornos de personalidad, de ansiedad y abuso de sustancias.

Aunque puede ser verdad que muchos de los padres de hoy en día recibieron nalgadas cuando eran niños, y hoy son adultos sin problemas, estudios previos han mostrado que aquellos a quienes reprendieron físicamente tienen un mayor riesgo de estar deprimidos, abusar del alcohol, golpear a su pareja y/o a sus hijos e involucrarse en comportamientos criminales o violentos.

La autora del nuevo estudio, Tracie Afifi, dijo que ella cree que el castigo físico no debería ser utilizado en los niños de cualquier edad y que las estrategias positivas para educar a los hijos son las que deberían de difundirse.

Los métodos disciplinarios recomendados no incluyen los castigos físicos. Son preferibles otras formas de educar, como retirarles privilegios, darles un tiempo para pensar y hacerles comprender las consecuencias de sus actos, como “si lanzas tu juguete y se rompe, ya no podrás jugar con él”).

El médico Howard Bennett, profesor de Pediatría Clínica en la escuela de Medicina de la Universidad de Georgetown, recomienda alabar a los niños cuando se estén comportando bien, y utilizar tiempos de reflexión, o ‘tiempos fuera’, en los que niño deberá ir a otra parte de la casa y permanecer ahí el tiempo necesario para que deje de comportarse mal y vuelva a comportarse normalmente.

La Academia Americana de Pediatría de Estados Unidos y la Sociedad Pediátrica de Canadá recomiendan no aplicar nalgadas ni otras formas de castigo físico. Está prohibido por la ley en 32 países que los padres y otro tipo de tutores utilicen el castigo físico en los niños.

¿Qué opinas de las nalgadas? Si eres de los padres que las utiliza como método disciplinario, ¿este estudio podría hacerte cambiar de parecer? ¿En dónde crees que yace la línea entre la disciplina física y el abuso?

fuente: http://mexico.cnn.com/

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