¿Es bueno extirpar las amígdalas?

¿Es bueno extirpar las amígdalas?

 

¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?¿Es bueno extirpar las amígdalas?

Las amígdalas son un órgano linfoide secundario que forma parte del sistema inmunológico. «Es una de las estructuras en las que se desarrolla la respuesta inmunitaria ante la entrada de microorganismos en el tubo digestivo a través de la boca», afirma Manel Juan, jefe de la sección de inmunopatología del Hospital Clínic de Barcelona.

Se trata de la primera barrera para frenar el avance de infecciones causadas por microorganismos que pueden penetrar en el cuerpo por vía oral. «Es una barrera muy importante en la generación de una respuesta inmune específica», sostiene el médico.

Sin embargo, en algunas ocasiones, los especialistas recomiendan la extracción de las amígdalas para tratar algunas patologías que afectan a la garganta.

«La amigdalectomía es una intervención quirúrgica con más de doscientos años de antigüedad. Como todas las operaciones tiene sus indicaciones, plantea una serie de riesgos, es susceptible de inducir determinadas complicaciones y tiene unos resultados conocidos que podrían considerarse como muy buenos», explica Primitivo Ortega del Álamo, presidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial.

Esta intervención está indicada en casos concretos. «Tiene unas indicaciones absolutas y otras relativas», aclara el doctor Ortega del Álamo.

«La absoluta está determinada por el padecimiento de un tumor, ya sea benigno o maligno. Los casos de este último tipo de tumor son muy raros y se tratan con otros procedimientos además de con cirugía», precisa.

«Las indicaciones relativas son las más frecuentes y las podríamos resumir en dos: la amigdalectomía por infecciones repetidas de tipo bacteriano y la que se practica por abscesos o flemones», apunta.

La principal ventaja de la amigdalectomía es «la curación o mejoría de la enfermedad que motivó la indicación. Entre los inconvenientes, quizá el más importante es lo penoso y desagradable que resulta el postoperatorio para los pacientes», añade el otorrinolaringólogo.

Según un reciente estudio realizado por investigadores del Departamento de Salud Pública del Instituto Karolinska de Estocolmo, someterse a esta intervención antes de los veinte años aumenta en un 44% el riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio.

La extirpación del apéndice también incrementa el riesgo de infarto, en concreto un 33%, según determina este mismo trabajo, publicado en el European Heart Journal.

Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los registros nacionales de salud de Suecia entre 1955 y 1970 y hallaron 54.449 apendicectomías y 27.284 amigdalectomías realizadas a menores de veinte años.

.Respuesta inmunitaria

El apéndice es una estructura que sirve para generar «una respuesta inmunitaria necesaria a nivel digestivo», indica Manel Juan.

«A lo largo del sistema digestivo hay muchas estructuras equivalentes al apéndice y que hacen esa misma función», aclara el inmunólogo.

«No se conoce que la pérdida del apéndice tenga consecuencias específicas más allá de lo que puedan tener otras pérdidas de respuesta intestinal», señala.

Aunque todavía no se sabe a ciencia cierta el mecanismo exacto, los autores del estudio publicado por el European Heart Journal «creen que el aumento del riesgo de infarto ante una extirpación de apéndice o amígdalas es consecuencia de la alteración que provoca esta cirugía en el sistema inmune», destaca Alfonso Varela Román, vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología.

«Lo que sí se hace cada vez más evidente con estudios como éste, es el papel que juega la inflamación en el desarrollo de la arterioesclerosis, que a su vez puede derivar en un infarto», prosigue Varela Román.

«La presencia de mediadores inflamatorios en las arterias coronarias favorece el desarrollo de la placa de ateroma y puede desencadenar un infarto», aclara.

Sin embargo, el especialista considera importante «no alertar a la población sobre estas intervenciones, ya que el estudio sólo sugiere la existencia de una posible relación causal».

«Desde la Sociedad Española de Cardiología recomendamos que únicamente se practiquen en los casos en los que otro tipo de tratamiento no haya sido efectivo y se eviten las intervenciones de tipo preventivo, ya que diversos estudios realizados en los últimos años demuestran que la extirpación de estos órganos linfoides secundarios no es tan inocua como se creía», concluye el doctor.

Fuente: http://vidayestilo.terra.com.ar

Te puede interesar >>>

Video espeluznante: maestra encierra a alumno de jardín

Video espeluznante: maestra encierra a alumno de jardín

La maestra de un jardín del barrio Batalla del Pilar, en la localidad mendocina de …

Deja una respuesta