Tríos sexuales: ¿Qué papel jugar?

Tríos sexuales: ¿Qué papel jugar?

¿Estás dispuesta a ver a tu chico besando a otra? ¿Cómo te sentirías rozando a otra mujer? ¿Y si descubres que tu pareja se excita ante las caricias de otro ‘pelo en pecho’? Está claro que si estás leyendo este artículo estás motivada a probar la experiencia de lo que los franceses gustan en llamar ‘menage a trois’, pero aunque la idea de hacer un trío puede ser morbosa, conlleva cierto riesgo en la pareja. Te damos las claves sobre cómo actuar.

a vida sexual en las parejas de largo recorrido siempre se ve amenazada por la temida rutina, por ello la innovación y la imaginación son ingredientes fundamentales para la supervivencia. Pero, ¿qué pasa si a vuestro chico un día se le ocurre la fantástica idea de llevar a cabo una de sus habituales fantasías para reactivar vuestra vida sexual? Sí, nos referimos a una de las más recurrentes entre el género masculino: introducir un nuevo miembro en la cama, vamos hacer un trío.

Imaginarse compartir el lecho con dos personas puede resultar una experiencia de alto voltaje, y a todas nos ha picado alguna vez el gusanillo de ese misterio que provoca el saber qué se siente, pero ¿estás preparada para pasar a la acción? ¿Se resentirá tu pareja al incluir a un tercero en la relación sexual? Recuerda aquel dicho de ‘tres son multitud’ antes de dar el paso y si aún estás dispuesta, sigue leyendo.

¿Hacemos un trío?

Muchos dirían que en la vida, como en el póquer, está bien tener dobles parejas, pero que los tríos es una mejor jugada. Pero, siguiendo el símil, para apostar hay que estar muy seguro que se va a ganar, si no mejor tirar las cartas sin más.

Si te has planteado la posibilidad de probar este juego sexual, está claro que la primera premisa para que funcione es tener la aprobación de las personas involucradas. En este sentido, no es lo mismo hacerlo con tu chico que ser la ‘tercera en discordia’. Está claro que cuando se plantea la posibilidad de un trío dentro de la pareja se hace después de grandes sesiones de comunicación, puesto que lo que hay en juego no es solo sexo si no también sentimientos.

Y si se forma un trío de ‘singles’ o se juega dentro de otra pareja, normalmente b>siempre hay alguien conocido que propone. Nadie suele salir una noche y acercarse a unos desconocidos para decirles: ‘qué, nos hacemos un trío’.

Examinemos caso por caso de forma individual.

√ Tú pareja te lo pide…
Siempre lo habéis hablado pero nunca te esperabas que te planteara la temida pregunta: ‘¿Hacemos un trío?’. ¿Qué hacer?

Lo primero que debes plantearte es, ‘¿realmente yo quiero?’. Si a ti también te apetece, no hay más que hablar ¡adelante! Si, por el contrario, existe la menor duda, incluso el solo pensarlo es una situación que te incomoda, o aunque te atraiga el plan crees que puede existir el menor indicio de que puede dañar vuestra relación, debes hablarlo con tu pareja y congelar la propuesta cuanto antes.

Nunca, y recalcamos lo de NUNCA, hay que aceptar el juego para ceder ante los deseos del otro. Esta decisión afectará a la pareja. Piensa, ¿y si le gusta y quiere que sea una actividad habitual entre vosotros?, ¿y si la imagen de verle besar a otra (o a otro) se repite continuamente en tu cabeza y no te deja continuar con la relación?

No asumas riesgos innecesarios. Si te ha propuesto un trío porque necesitáis probar cosas nuevas en la cama puedes sugerirle otros juegos que no afecten a vuestra relación (jugar a ‘dominatrix’, probar todas las posturas del Kamasutra, mantener relaciones sexuales en lugares poco habituales…). Si esto no funciona y él te lo sigue planteando por encima de tus sentimientos, no te queda otra: puerta.

√ Tú se lo pides a tu pareja…
El ser hombre no tiene por qué llevar implícito el gen de ‘hacer un trío’. A tu pareja, como a ti, puede apasionarle la idea o no excitarle para nada tu propuesta. Como en el caso anterior, si se está de acuerdo, no hay más que hablar. Pero, ¿qué pasa cuando él dice no? Pues que es no, evidentemente, y esta decisión no lleva implícita ninguna duda ante su masculinidad, aunque la persona que le propongas sea del género femenino y sus medidas de escándalo.

Por la cabeza de los hombres que se sienten tentados por este deseo de sus parejas, suelen aflorar sentimientos del tipo: ‘¿no daré la talla en la cama?, ¿es que le va el ‘rollo bollo’?’ La inseguridad es un rasgo habitual en este tipo de situaciones y para arreglar cualquier tipo de mal entendido solo hay un arma: la comunicación.

√ Eres ‘la estrella invitada’.
Si no tienes ningún tipo de pudor sexual y te gustan las emociones fuertes, eres ‘carne de cañón’ del ‘menage a trois’. Normalmente se llega a esta situación con amigos. Una pareja amiga tuya te lo propone y dices, ¿por qué no? En este caso debes tener muy claro que los encuentros sexuales se reducen a meras actividades lúdicas. Eres un juguete de carne y hueso para el dúo, como un consolador, y esto es lo que te tiene que excitar. Es decir, sentimientos cero.

También existe el caso de montar tríos con amigos singles. Esta forma de proceder tiene el peligro de que al final uno de los miembros acabe involucrado emocionalmente y se acabe rompiendo esta perfecta armonía.

Por eso, si se te da el caso, piensa muy bien en las consecuencias en base a los miembros elegidos para el juego. Hay que saber donde se mete una antes de actuar, así será la única manera de evitar los problemas típicos de este tipo de prácticas.

Chica-chica-chico / Chico-chico-chica

Hombres y mujeres somos diferentes hasta en esta fantasía de montar un trío. Ellos normalmente fantasean con dos chicas solo para él (a menos que sea bisexual y le de igual hacerlo con un hombre que con una mujer). Ellas, aunque no es una fantasía recurrente en su ‘imaginario sexual’ cuando lo hacen, no descartan la idea de que sea con otra chica el invitado, ya que puede llegar a excitarlas tanto que hacerlo con dos hombres a la vez.

La conjugación final será de acuerdo al gusto de la pareja, pero suele primar el deseo de quien propone la fantasía, siempre dependiendo que el otro miembro acepte.

Bien, ya hemos elegido el sexo. Ahora queda otra cuestión importante. ¿Mejor conocido o desconocido? Muchos consideran que con un desconocido no hay riesgo de involucrarse ni sexual ni sentimentalmente. Pero una persona conocida puede dar la confianza que se necesita para que la experiencia resulte positiva, sobre todo la primera vez. En este caso siempre se corre el riesgo del peligro de los celos, con lo que todo el morbo sexual del trío moriría en sus propias llamas, desencadenándose roces a veces insuperables. La decisión es vuestra.

Una vez decidido solo queda pasar a la acción. Lo único que deberéis hacer es dejaros llevar por la intuición. Es sí, hay que ser conscientes que sois tres en la cama, por lo que las atenciones han de ser triples. Es la regla de oro de los tríos: no desatender a ninguno de los participantes, especialmente al propio cónyuge.

 

Consejos para que sea una experiencia positiva

En el sitio ‘Tu Guía Sexual’ (www.tuguiasexual.com/) da una serie de consejos para que esta experiencia sea positiva y nada traumática.

1. Tiene que haber plena confianza entre los dos antes de iniciarse en un trío, de lo contrario pueden llegar sentimientos conflictivos como celos, traición, engaño, puede dudar incluso sobre tu fidelidad o identidad sexual al verte interactuando con alguien de tu mismo sexo (si es el caso).

2. Durante la relación sexual, nunca dar de lado a tu pareja. Si tienes que dar más atenciones a uno de los miembros, que se a tu chico.

3. Sentimientos fuera. Ni es el momento de probar lo que siente tu pareja hacia ti, ni probarte a ti misma sobre tus sentimientos hacia tu chico.

4. Las tres personas que os metáis en la cama tenéis que tener predisposición cien por cien a pasarlo bien, si no queréis desencadenar una catástrofe en lugar de pasar un buen rato.

5. No hace falta un manual de instrucciones, simplemente has de dejarte guiar por tus deseos y tu excitación. Recuerda que debes diversificar tus caricias y no concentrarlas, es decir, puedes besar a una persona mientras acaricias a otra. Los demás harán lo mismo contigo.

A nivel de seguridad, hay que mantener las mismas normas que si se tuviera relaciones con un desconocido. Es decir, conocer los detalles mínimos sobre ‘el tercer elemento’ (como sus conductas e historia sexual); practicar sexo seguro (siempre condón); y si utilizáis juguetes, no pasárselos de unos a otros sin respetar unos mínimas pautas de salubridad.

 

Tríos como relación sentimental

¿Es posible enamorarse de más de una persona a la vez? Es más, ¿es posible compartir la vida con dos personas diferentes con el consentimiento de ambas y bajo el mismo techo? Qué duda cabe que las relaciones tradicionales están cambiando, y que existen multitud de formas de vivir la pareja, pero los psicólogos no tienen muy claro si estos arriesgados experimentos sentimentales son muy efectivos.

Aunque no hay un registro oficial de este tipo de relaciones ni se prodiguen públicamente (fundamentalmente por el miedo a la censura social), existen. Son parejas formadas por tres miembros que aseguran estar unidas por el amor (no por el sexo, como se pudiera pensar). Tanto si conviven a la manera tradicional, como si deciden mantener relaciones que denominaríamos extraconyugales, tienen en común la misma circunstancia: todos los miembros involucrados están de acuerdo.

El autor del libro ‘Por qué le es infiel’, el psicólogo y sexólogo Esteban Cañamares, se arriesga a dar un dato concreto: ‘en torno al 20% de las personas en algún momento de su vida tiene una experiencia de este tipo’. Una cifra bastante alocada si no incluimos las infidelidades, ya que no todos tienen las agallas de confesar que su amor es libre e infinito y que lo comparten con otra persona.

El tema tiene miga. A nivel social, un hombre que conviva con dos mujeres puede recibir los calificativos de ‘listo y aprovechado’. ¿Y qué se imaginarían de una mujer que tenga en casa a dos ‘chicarrones’ dispuestos a darle todo su amor?

Pero, ¿funcionan este tipo de relaciones? Si ya es difícil una convivencia de a dos, mucho más es coordinar tres egos, tres sentimientos, tres formas de vivir las sexualidad. Para quienes las viven, aseguran ser la situación perfecta, pero los especialistas afirman que nunca funciona. Mantener el equilibrio se vuelve complicado y al final una parte acaba recibiendo más que la otra por lo que la balanza acaba desequilibrándose y se termina por disolver la unión.

Tres tríos de cine… y uno real

1. Vicky Cristina Barcelona (2008)
Dos estrellas españolas, pareja en la vida real, y la tercera… la excitante Scarlett Johansson, ¿quién da más?

2. Juegos salvajes (1998)
Es uno de los grandes iconos del cine erótico. Matt Dillon, se atreve con las chicas malas Neve Campbell y Denise Richards, quienes se montan una escena lésbica hipermorbosa en la piscina que quita el hipo.

3. Soñadores (2003)
Película dura de Bernardo Bertolucci, sobre todo si tenemos en cuenta en que dos miembros del trío adolescente son hermanos (de ficción, claro). Eva Green y Louis Garrel aprovechan las vacaciones de sus padres para descubrir el sexo salvaje con un estudiante norteamericano, interpretado por Michael Pitt.

¿Algo más real? La excéntrica cantante Lady Gaga afirma sin ningún pudor haberse acostado con dos personas a la vez, aunque no le gusta dar detalles sobre su vida privada. ¿Con dos chicas?, ¿chico-chica?, ¿dos chicos? Contando con que ha afirmado ser bisexual, cualquier apuesta es posible. ¡Hagan juego señores!

Fuente: http://mujer.terra.es

 

 

 

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