En qué consiste la terapia de 'vidas pasadas'

En qué consiste la terapia de ‘vidas pasadas’

La lectura del Registro Akáshico es una terapia que, utilizando una habilitación otorgada especialmente, nos permite acceder a consultar vidas pasadas para reordenar y armonizar esta vida presente para que, desde allí, podamos avanzar comprendiendo las experiencias que venimos a atravesar en este período, sin olvidar que cada encarnación es una oportunidad de crecimiento. En definitiva, es un método que nos deja conocer el pasado, el presente y el futuro de todas las cosas existentes.

El Akasha es donde se graban los viajes del alma en todas las reencarnaciones así como sus posibilidades de desarrollo. Una consulta a los Registros Akáshicos consiste en abrir los archivos del alma del consultante y permitir que la información fluya desde un profundo nivel espiritual.

A través de percepciones e introspecciones que provienen desde esta perspectiva, el paciente se sentirá profundamente contenido ya que múltiples detalles específicos sobre su vida pasada serán revelados. Lo que es sumamente valioso es la guía que se recibe para trabajar con patrones presentes en esta vida y las oportunidades que se indicarán para el crecimiento de la persona .

¿Cómo funciona?

En una sesión de Registro Akáshico se trabaja con los Guías Espirituales de la persona que viene a consultar. Se les hacen preguntas acordes a las necesidades que tenga en su vida actual y también para buscar su evolución.

Toda la programación de nuestra existencia actual se pacta antes de nacer con la Junta Kármica (seres de luz que, con todo su amor, nos acompañan en esa elección). Por eso, es ideal cuando, al comenzar a vivir, nos damos cuenta de que no avanzamos, que tenemos discordias con familiares, que sufrimos situaciones de conflicto permanente, que tenemos fobias, miedos y que perdemos el rumbo. La sesión de registro nos ayuda amorosamente a develar esos ‘por qué’, a entender ‘para qué’ debemos atravesar tal o cual situación y ‘qué’ debo aprender de ella. Eso sí, es muy importante que, al  consultar, nos animemos a reflexionar sobre aquellas circunstancias. Hay que tener en cuenta que todos los consejos y sanaciones que se hagan mediante la apertura de los registros son para asistirnos en nuestra amplia conciencia.

Cada lector tiene una forma particular de lectura, que tiene que ver con su manera de comunicarse con los Maestros del Akasha. Hay personas que ven imágenes como en una película, hay quienes escuchan, otros escriben, otros se conectan a través de fijar la mirada en una pantalla, otros a través de gemas, etc. Hay tantas formas de lectura como personas encarnadas en el planeta. Todos somos potenciales lectores pero, aunque quizás muchas veces lo hemos hecho, aún no tomamos conciencia plena de ello. Pero la forma más convencional (aunque no es la única), es que cuando la sesión comienza, el consultante realiza sus preguntas y el lector debe informar absolutamente todo lo que recibe. Finalizado este proceso los Registros son cerrados. Demás está decir que la información recibida es confidencial y está en manos de quien consulta darla a conocer o no.

Una sesión normal puede durar una hora y media aproximadamente, se realiza con los ojos abiertos, en un lugar donde el lector y el consultante se sientan cómodos. Una persona puede abrirse los Registros Akáshicos en un tiempo promedio de 6 meses ya que la información que se baja, no sólo a nivel conciente sino inconciente, suele tardar en materializarse en una nueva “plantilla energética personal” en ese período.

Un consejo antes de elegir esta terapia: hay que tener en claro que la meditación previa sobre el camino que se va a recorrer es el elegido y es lo que se ha solicitado.

Fuente: http://www.entremujeres.com

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