Cómo combatir el dolor de cabeza

Cómo combatir el dolor de cabeza

Más de una vez al mes -y no precisamente en «esos días»- sentís que tu cabeza está a punto de explotar. Te duele, te late, sentís pinchazos y ya no sabés qué hacer. El mal humor es cada vez mayor, y lo único que parece calmarte un poco es la idea de ¡finalmente! llegar a casa para poder dormir.

Si bien esto nos pasa en mayor o menor medida a todas, la realidad es que los dolores de cabeza no son un chiste. Se trata de un problema sumamente invalidante, que, si no se trata, puede ir encerrándote cada vez más, y eso no está bueno.

Por eso, en esta nota te proponemos que identifiques un poco mejor qué te está pasando y te ayudamos a encontrar algunas alternativas para sentirte todos los días un poco mejor.

Tipos de dolor

Primero, tenemos que distinguir dos conceptos básicos: la cefalea de la migraña. La cefalea de tipo tensional es un dolor que ocupa toda la cabeza y es opresivo. Habitualmente, no hay otro síntoma asociado, aunque el dolor en sí puede durar cuatro horas o una semana. ¿Es invalidante? No, quienes lo padecen se acostumbran a vivir con él.

La migraña, en cambio, es un dolor localizado en la mitad de la cabeza, a veces de un lado y a veces del otro. Da una sensación como de latido, empeora con los movimientos, genera rechazo a la luz, náuseas y vómitos. Suele ser invalidante y el efecto dura entre dos horas y tres días.

No es todo lo mismo

Las cefaleas -palabra técnica que es sinónimo de «dolor de cabeza»- no son todas iguales. Se dividen en tres grandes grupos:

Episódicas: se dan una vez cada tanto o, por ejemplo, son consecuencia de un golpe.

Recurrentes o crónicas: entre éstas se encuentran los dolores de cabeza tensionales, la cefalea en racimo y las migrañas. En este caso, «el» problema es el dolor de cabeza, es decir que no hay nada detrás.

Síntomas: son los dolores de cabeza que -a diferencia de los anteriores- no son un problema en sí mismos, sino que obedecen a una patología. La cefalea sería, entonces, secundaria a cuadros de meningitis, sinusitis, traumatismos, accidente cerebrovascular, problemas odontológicos, alteraciones metabólicas, anemia o tumores.

El tema es que si bien esta diferenciación está clara «en los papeles», son los especialistas los que tienen que determinar de qué tipo de dolor de cabeza se trata, qué estudios hay que hacer y qué tipo de acción es necesario llevar adelante para resolver el problema.

Una vez que ya hiciste la consulta y sabés qué es lo que te está pasando, hay dos caminos. Po run lado, podés emprender un tratamiento preventivo en el cual no se utilicen analgésicos (aunque sí otro tipo de medicamentos, por ejemplo, vasodilatadores o antidepresivos) o podésaplicar una acción de «emergencia», por decirle de alguna manera, que se utiliza ante la crisis y para evitar el abuso de analgésicos.

El principal motivo por el cual mucha gente no consulta al médico y, por ende, no da con el mejor tratamiento es la subestimación: muchos tienden a restarle importancia al dolor de cabeza y, si bien es cierto que en algunos casos no reviste ninguna gravedad, lo grave está igual porque resta a tu calidad de vida. Se convive con el dolor, que pasa a ser algo cotidiano y no se le dedica la atención que se merece. Así que no te dejes estar y hacé a tiempo tu consulta.

¿Qué hacer para sentirte mejor?

Algunos «secretitos» que no reemplazan al médico, pero pueden ayudar a que te sientas un poco mejor y esperes el turno más tranquila.

Bajá un cambio: todos los días, a la misma hora, recostate 40 minutos en un lugar oscuro, con un paño frío en la cabeza.

Llevá un registro: anotá la frecuencia de los dolores de cabeza que tengas, consignando tipo y duración. Va a servir para orientar el diagnóstico.

Movete: aunque tengas ganas de tirarte a dormir, tratá de salir a caminar, que te va a despejar. Y hacé actividad física con regularidad. Además de «curar», ayuda a «prevenir».

Mantené el ritmo: acostate y levantate a la misma hora. Regularizar el sueño es fundamental.

Nutrite bien: procurá respetar las cuatro comidas más dos colaciones todos los días. Elegí alimentos livianos y bajos en grasas. Identificá si hay determinadas comidas que tienen relación con tu dolor de cabeza.

Experta consultada:
Dra. María de Lourdes Figuerola (M.N. 67.445), médica neuróloga especialista en cefaleas, presidenta de la Asociación Argentina de Cefaleas y médica a cargo de la sección Cefaleas de los hospitales Alemán y de Clínicas.

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